viernes, 10 de diciembre de 2010

La danza de los astros

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730 días.

Lo expreso en días porque me parece la medida de tiempo menos arbitraria que existe. Mientras que el segundo está sacado de la nada, el día emerge del dulce baile de la Tierra, que, alrededor del Sol, ejecuta su movimiento preciso dando lugar a la danza de los astros sobre nuestras cabezas, al día, a la noche.

En ese baile astral ha querido buscar desde siempre la humanidad su camino, su destino. El devenir que ellos quieren prever, sin embargo, está escrito en sus corazones. Pues sólo nosotros mismos ponemos cada piedra del camino que queremos recorrer. Aún sin saberlo, definimos nuestro destino y hacia dónde éste nos envía. Pequeños detalles pueden determinar grandes puntos en nuestra vida. Cosas en el momento indeseables se convierten con el tiempo (ese gran aliado contra el cual luchamos) en la piedra angular de nuestra vida.

Destino... casualidad... Sea lo que fuere, y aunque labremos nuestro propio camino, hay cosas que escapan a nuestro control. Porque nadie espera que una foto en un muro desencadene la salvación de una persona de sí misma. Ni que la elección de un calzado (algo tan trivial) sea el comienzo del fin de la soledad absoluta de un alma.

No sé como llamar a esa fuerza que nos empuja al borde del precipicio (¿quién dijo que éste era siempre malo?) Suerte. Serendipia.

El nombre es indiferente, pues cambia con el idioma, es simple representación. Lo importante es el hecho, la sensación y, por encima de todo, lo que hay al borde del precipicio.

En ese borde llevamos todos esos días balanceándonos gracias a la fuerza de ese tornado, observando la danza de los astros.

En ese precipicio nos encontramos, llevados allí por un capricho creado por pequeñas decisiones de mayor o menor importancia.

Ahí estamos. Yo agarrada a ti como la tabla salvadora que fuiste y eres. Con miedo al tornado, pero confiada en que no me dejarás caer. Mirando los astros reflejados en tu rostro, en tus ojos; y en los míos, los recuerdos ya no brillan. Por fin. Mi alma ya no estará sola.

Nunca más.

En ello confío, y traslado las piedras de mi camino hacia donde el tuyo se configura, haciéndolo el doble de ancho para que nuestros sueños se unan.

Agradecer se queda corto, y no hay palabras que expresen la química que provocas en mí, más fuerte que cualquiera de las cuatro fuerzas que todo lo unen. Mis endorfinas se disparan ante tu presencia; tu imagen en mi mente despierta musas que antes jamás me inspiraron... porque no despertaron.

Ya no existe la amargura, porque tu mirada y tu voz hacen dulce la hiel más amarga.

Me atas y liberas al tiempo, soy salvaje y esclava, niña y anciana. Soy el todo y la nada... contigo.

Yo soy pequeña. Tú me haces grande.

Pienso en el ahora, en el mañana, y aparece tu nombre, tu cara. El dónde no importa, ni el cómo. Sólo tu presencia, y hasta en el lugar más oscuro iluminaremos.

Yo no puedo darte nada. Mi presencia, mi alegría, una sonrisa, dulces palabras, una mirada, secar tus lágrimas... y eso no es nada.

Para lo que tú mereces no.

Gracias.

Te amo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Sobrio

Posted by at 19:39

Lleva una copa en la mano. Se desliza ágil entre el gentío, como una pantera. No roza a nadie. Su vestido negro, ajustado, deja poco a la imaginación, y le confiere aún más ese aspecto felino que realza con un maquillaje escaso, pero certero. Su espalda, blanca y arqueada, se descubre tras la cascada de su pelo negro, y los pliegues de tela apenas llegan a cubrir sus senos.

Su piel, suave a la mirada, debe serlo aún más al tacto. Mi mano se contrae en un rictus que intenta alcanzar su halo. Debe de ser delicioso llegar al cielo con ella.

Me excita. Acerca la copa a sus labios rojo sangre que muero por morder y bebe lentamente. Su cuello se contrae... esbelto y perfecto. Quiero recorrer con mi lengua su piel de crema, quemarme en el fuego de su copa para poder entrar en lo más profundo de sus entrañas tras pasar por su boca.

¿Pero qué más? ¿Que más puedo pedir? Tan cerca está que puedo sentir su hielo ardiente, oler la miel alcoholizada de sus labios que me incitan a besarla. Es tan real y lejana que me atrapa lo más etéreo de su presencia, y me impulsa, y me ciega. Me niega el calor y evita que me hiele. Me consume en mi fuego.

Es la elegida. No puede haber otra. Será la presa de la presa que el azar ha escogido. Real, tangible. Lejana, imposible. Me enciende como no lo hizo ninguna otra.

Levanto mi copa y bebo. Todo arde, me quemo. En ella.


 Sober







Paz en El Caos!

Seis cuerdas

Posted by at 0:12
Todo estaba envuelto de silencio. De oscuridad.

Tenía miedo. Y no sólo porque no sabía qué había pasado, ni que iba a pasar a continuación. Ni por la situación del momento, ni por no saber qué lugar, o no-lugar, era aquél en el que se encontraba.

Su miedo era más profundo.

Como todo miedo, provenía del desconcierto hacia lo desconocido, de su propia imprevisibilidad. Provenía de la sensación de peligro que existe cuando no conocemos el futuro y no encontramos situación semejante entre los recuerdos, nuestro pasado.

Su miedo danzaba entre la inconsciencia de su conciencia. Porque pensaba. Era. Pero sin saber quién, o acaso qué, era.

Era un hilo de pensamientos que preguntaban qué, quién, cómo, cuándo, dónde y, sobre todo, por qué.

Ese por qué, más bien esos, ya que un por qué llama a otro, eran la confirmación de que era un ente racional. Curioso. Un ente preocupado por su existencia, pero también por su origen. Y su miedo denotaba también cierta inquietud por su futuro. Ese futuro que realmente no existe, pues se convierte en presente cuando lo pensamos, y en pasado nada más pensarlo.

Cómo ha llegado hasta ahí es algo que no sabe. Ni, por supuesto, cuándo. Aunque en la no-nada el tiempo no debe existir. Ni quizá el espacio, por mucho que se pregunte dónde. La nada, o no-nada, le rodea, y curiosea por su mente buscando la respuesta a en qué medio se mueve. Qué hay alrededor. Se pregunta si alguien, algo, en este no-lugar, puede decirle cómo volver... Adónde? De algún sitio vendrá.

Que se pregunte quién hace que reflexione... Hay más como él?

En ese momento un gran impacto es seguido por una potente luz. Ya no hay miedo, sino urgencia por la supervivencia... de un ente que se disuelve dando paso a una nueva era. Su esencia pervive, pero él ya no se pregunta nada.









Paz en El Caos!

domingo, 7 de noviembre de 2010

Hojas

Posted by at 19:22
Octubre. Cielo de otoño. Lluvia de otoño. Viento de otoño. Luz de otoño.

Un árbol. En lo alto ya no hay más flores. Hojas de todos los colores son mecidas por la brisa húmeda.

En lo más alto una hoja puede ser testigo de todo lo que ocurre por debajo de ella, pero prefiere ser ajena a todo lo que pasa alrededor, se deja llevar por el viento, libre.

La suave brisa en un instante arrecia, transformándose en huracán. La hoja se aferra con todas sus fuerzas. Por debajo, una cae. Horrorizada, nuestra hoja toma conciencia de su posible destino.

El huracán amaina. Comienza la lluvia. Una tras otra, las violentas gotas golpean todo lo que encuentran: suelo, tronco, ramas, y también hojas. Una tras otra, hojas caen, se rinden, olvidan. Nuestra hoja no se rinde, no quiere olvidar, y se aferra a la esperanza de la próxima primavera. No correrá la misma suerte que sus compañeras.





Invierno. Frío. Nieve. Soledad.

Un árbol. No hay flores. Una solitaria hoja se balancea en la parte más alta del árbol, libre. Ha sabido resistirlo todo.

Una brizna de viento. La hoja se desprende. El viento aumenta de intensidad. La hoja vuela lejos, y en su camino encontrará su destino. En ese camino no olvidará: ha sido la más fuerte.

lunes, 1 de noviembre de 2010

La vida normal

Posted by at 13:20
Mi infancia fue totalmente normal. Mi padre pegaba a mi madre al igual que mi abuelo pegaba a mi abuela. El padre de mi mejor amigo también pegaba a su madre. En eso se basa una familia normal, y así quiero educar a mis hijos. Si ella no me hace caso, primero le diré lo mal que lo hace todo. Hay que recriminar a quien no hace bien las cosas. Si después de eso continua sin hacer lo que yo quiero, quizá sea el momento de levantar la mano.

Cuando era pequeño una chica me dijo que eso que pasaba en mi familia no era normal, pero enseguida le hice comprender que no sólo era normal, sino que era lo mejor. Se lo expliqué como mi padre me lo explicó a mí, pero como no me quiso dar la razón, apliqué la regla que mi padre me enseñó: pega a quien te lleve la contraria. Además de ella, el resto de los niños también entendieron que esa era la forma en que debía ser establecido el control, ya que ninguno volvió a llevarme la contraria nunca más. Me sentí orgulloso de mí mismo tras defender mi postura ante esa niña, ya que tuvieron que llevársela al hospital como más de una vez había tenido que ir mi madre. Sabía que papá se iba a sentir orgulloso de mí, al igual que el abuelo.

Pero una persona vino a destrozar la burbuja en la que me movía. Fue la profesora que vio cómo le dejaba las cosas claras a esa niña. Parece que a ella no le quedó muy claro quienes mandaban y quiso convencerme de su postura. Al ver que no lo conseguía, me castigó, pero por suerte mi padre vino a defenderme y, por lo visto, fue más convincente con ella de lo que yo había sido con la niña aquella, ya que no volvió por allí.

Pasó el tiempo sin que nadie cuestionara esa forma de vivir. ¿Por qué iban a hacerlo si era la forma normal? Mucho tiempo después tuve el primer contacto con una chica de verdad. La conocí en el instituto y quedamos una tarde para estudiar en mi casa porque mi padre estaba en el trabajo y mi madre estaba en el hospital. Esta última vez, mi padre se había comportado magníficamente con mi madre y ella ya llevaba un mes en el hospital. Llegamos a la casa y de repente sentí el impulso de tocarla. Tenía derecho a hacerlo, por supuesto, así que lo hice. Pero ella no quería, así que tuve que imponer orden. Como seguía sin dejarse, hice aquello que mi padre me explicó cuando me habló por primera vez de sexo. Me eché encima y empecé a manosearla aunque se resistiera. Entonces hice algo de lo cual mi padre sé que está orgullosísimo: la cogí del cuello.

No sé por qué estoy ahora aquí. Yo sólo me comporté como se comporta cualquier hombre ante una mujer. Ahora me han encerrado porque dicen que tengo que rehabilitarme, aunque aún no he descubierto de qué.

viernes, 29 de octubre de 2010

El encanto del psicópata

Posted by at 14:02
Dicen que soy incapaz de sentir nada. Yo no lo creo así. Siento la codicia. Siento las ganas de ganar. Siento el ego. Me encanta el poder, y no me importa hacer lo que sea para conseguirlo. Engañar, mentir, manipular, estafar... incluso matar. Si no fuera así, no estaría donde estoy ahora. Soy el Dios de una nación. Ya no el presidente o el rey, nada de cargos sin importancia. Soy un Dios y como tal me tratan las ratas que tengo por súbditos.

Mi ascenso al poder fue un proceso que comenzó desde la cuna. Nací con el don de no poder sentir remordimientos. Gracias a ello estoy aquí escribiendo esto. Si pudiera sentirlos, el dolor por todo lo que he hecho me mataría.

Además de no tener conciencia, tengo un don natural para que la gente confíe en mí. Realmente es tan sencillo... Un par de palabras halagadoras, una sonrisa, la mirada con la tonalidad adecuada... Sí, si lo pienso fríamente, es decir, como siempre, esto ha sido tan sencillo como quitarle un caramelo a un niño. Tan sólo he tenido que ir cortándole los dedos a ese niño. Todo aquel que se me puso por delante lo eliminé rápida y certeramente.

Pero comenzaré por el principio. Desde pequeño todo el mundo me adoró. Lógico, si tenemos en cuenta que, además de tener un aura difícil de resistir, tengo una inteligencia superior. Creería que en otra vida fui un vampiro si no fuera porque seguiría vivo.

Conforme crecí, pude elegir a la chica que quise. Pero no elegí, sino que me quedé con todas. Aunque en mi punto de mira tenía a la hija del hombre más rico del país. No por su belleza, nada más lejos, pues era un cualidad de la cual su carestía era elevada, sino por su cuenta corriente. Su herencia me haría convertirme en uno de los mayores magnates del mundo. Así que me casé con ella. Ni qué decir tiene que a sus espaldas tenía todas las mujeres que mi encanto podía proporcionar, y que por descontado ellas me proporcionaban aún más de lo que ya ganaba con mi esposa.

Al mes de estar casados, su padre falleció en extrañas circunstancias. No tengo ningún reparo en reconocer el asesinato. Me proporcionó la mitad de la herencia que yo buscaba, que sería completa nada más falleciera su hija. Conforme su padre murió, ella cayó enferma de una extraña enfermedad... o eso dijeron los médicos. Personalmente me encargué de ir envenenándola poco a poco. Este proceso duró unos tres meses, pero valió la pena. Para cuando acabé con ella, era el pobre viudo rico al cual todas las ricas herederas buscaban, tanto por el dinero como por el encanto.

Fui coleccionando esposas muertas en extrañas circunstancias. Hasta seis, que me convirtieron en uno de los diez hombres más ricos del mundo. "La maldición del viudo rico", titulaban los periódicos. Pensaban que quien tiene dinero no puede tener el amor, pero realmente yo me satisfacía todo lo que quería y más.

Cuando mi fortuna fue tan sólida que supe que ni en tres vidas de derroche absurdo la gastaría, me metí en política. Derribé a todos mis rivales mediante los más efectivos asesinatos, mostrándome en público tan apenado que la opinión pública comía de mi mano. Y por fin lo conseguí. Llegué a lo más alto. Pero aún quería más. Logré que ese puesto fuera permanente mediante una mediática campaña que se saldó con mi victoria, una vez más.

Ahora ya nada puede detenerme.

jueves, 28 de octubre de 2010

No sé qué espero

Posted by at 20:47
El cielo está demasiado azul. Demasiado para lo gris que estoy yo. Hacía tantísimo tiempo que esta sensación no me ahogaba así... Casi ocho meses sin sentirme tan, tan perdida. Estoy hastiada de todo. Cansada. Física y mentalmente. No creo que haya nada que me levante. Bueno, algo sí. Pero es egoísta querer que siempre alguien me rescate de este estado de angustia depresiva.


Ni durmiendo me siento bien. Mi mente me persigue cuando más indefensa estoy. Despierto con lágrimas en los ojos tras contemplar como todo lo que me importa se desvanece en un sueño imperdonablemente cruel.


Aparto la vista del cielo dolorosamente azul que veo tras la ventana. Con sólo un vistazo alrededor voy descubriendo cosas que quisiera cambiar. Pero, tras esas ganas de cambio, escondo un miedo a lo desconocido. Tras ese miedo se esconde un miedo al propio miedo, La sombra del posible fracaso en todo lo que ahora tengo emprendido se une a él. ¿Qué me asegura que todo saldrá bien?


No sé por qué me siento así. Tal vez es el calor impropio de una época tan estresante como la que atravieso. Normalmente cuando hace calor puedo tirarme horas y horas tumbada pensando en nada. Pero no es lo que puedo hacer ahora. No puedo perder apenas un segundo, porque el fracaso espera tras una esquina. Sí, quizá sea ese calor que contrasta tanto con el frío que me ahoga dentro. La ansiedad de quien espera impacientemente algo me retuerce el estómago, pero, en realidad, no sé qué espero.

Quizá debería dejarlo todo y buscar algo nuevo. Tengo pocas cosas que me hagan sentirme bien. Pocas. Y ninguna permanentemente accesible. Sí más accesible que en otras ocasiones, pero sigo sin poder abrazar a alguien cuando siento este vacío. Otra vez me siento sola cuando estoy rodeada de gente. Sólo que ahora ya no hay una causa, o al menos algo a lo que echarle la culpa.

Las lágrimas inundan mis ojos, Pero hasta delante de mí misma me niego a llorar. A lo mejor la angustia se pasa si lo hago. Aunque tengo la sensación de que si doy rienda suelta a todo, nunca podré dejar de llorar.

Me miro al espejo. Dos sombras oscuras rodean mis ojos. ¡Qué grandes son! Mi cara se compone de dos ojos vidriosos, llenos de angustia, y dos sombras que demuestran el cansancio acumulado. Nada más. La sonrisa parece haberse marchado de vacaciones antes de tiempo, dejándome atrás. Intento sonreír, pero queda tan artificial... Es evidente que si los ojos no acompañan a la sonrisa, ésta queda fuera de lugar.

Puede que con chocolate se me pase. Lentamente me cambio. Ni siquiera me pregunto qué ponerme. Rescato lo que puedo del armario y me lo pongo. No me peino. Hoy no quiero llamar la atención, quiero pasar desapercibida como una brizna de brisa en verano. Nada de colonia. Nada de sonrisa.

El sol me da en la cara. Agacho la mirada. Moverme me anima un poco. La luz del sol reanima mis neuronas. Playa. La necesito. Sol y agua. Tranquilidad, Aunque hace tiempo que no hay tranquilidad en la playa. Ni en mi mente.

Olvido el motivo de bajar a la calle. Doy una vuelta a la manzana. Me cruzo con sonrisas no correspondidas por mis labios. Musito un “hola” al cruzarme con un vecino. La gente parece feliz. Todos parecen felices mientras yo caigo.

Vuelvo a casa. Miro el reflejo del cristal de la puerta del portal. Mis ojos están vidriosos. Me pregunto si se romperían si cayeran al suelo. Lentamente subo la escalera. Un escalón, dos escalones, tres escalones... Parecen no acabar nunca. Al fin veo la puerta. Meto la llave y la giro. Corro hacia la cama antes de nada y me tumbo. Sé que no debería, que luego me sentiré peor, que lo último que necesito es dejarme llevar, pero no puedo evitarlo.
Pasaría así años. Sigo necesitando un abrazo cálido. De lo único que no quisiera  cambiar en mi vida. Todo lo demás me da igual.

Más lágrimas. Más presión en el estómago. No sé qué espero.












Paz en El Caos!

viernes, 8 de octubre de 2010

El pintor

Posted by at 23:20
Su sangre resbalaba entre mis dedos mientras buscaba el camino marcado por la gravedad. En forma de gruesas gotas planeaba en busca de un suelo en el que dejar constancia de su color amapola. Deslicé la punta de mi lengua por el cuchillo, notando ese sabor azucarado a hierro que me excitó hasta puntos insospechados.

Su cara había sido la máscara del horror más extremo; en sus ojos se reflejaban la súplica que hubiera conmovido mi alma... si la hubiese tenido. Un gemido sordo en el momento culminante había sido su única despedida. En su mirada, sólo miedo.

Cómo pensar que sentiría el poder en tal grado sumo? Que me excitaría tanto atarla y verla sufrir? Estoy enfermo, lo sé. Pero me regodeo en el recuerdo de su figura indefensa y rota, sin fuerzas para alcanzar la vida que se le escapaba como la sangre que brotaba por las heridas que con tanta maestría realicé con el cuchillo.

Recuerdo que en ese momento tomé su sangre, saqué un lienzo y un carboncillo y retraté una imagen. Ella, mi obra maestra.
El único color, el rojo sangre. Y en sus ojos una expresión de horror y súplica.

Desde la pared me observa junto a otras de mis obras mientras me preparo para el siguiente cuadro. No cesaré hasta superarla.

Ella, la máxima expresión de mi arte. Insuperable en belleza y sencillez. Jamás contemplé postura tan bella ni sangre tan roja. Pero esta noche, con la mirada en mi objetivo, sólo pienso en superarme a mí mismo.

jueves, 30 de septiembre de 2010

El grunge del s.XXI

Posted by at 7:56
Kurt Cobain es, pese a quien le pese, uno de los iconos musicales y generacionales más importante del s.XX, comparable a Elvis Presley, Jonh Lennon, Bob Marley y pocos más. Su música marcó a toda una generación y su estela se extiende hacia las nuevas generaciones. A mí me pilló demasiado pequeña, incluso su muerte, pero no por ello deja de ser uno de mis iconos musicales junto a otros grandes de mi generación. Por ello me escandaliza la prepotencia de las nuevas estrellitas adolescentes que, aún sin medio camino recorrido, tienen la desfachatez de compararse siquiera con iconos como el malogrado líder de Nirvana.
Me refiero a la estrella-como-siga-por-este-camino-estrellada Justin Bieber, que según circula últimamente por Internet dijo: "Yo me siento como el Kurt Cobain de mi generación, pero la gente simplemente no me entiende". Esta frase supuestamente pronunciada por él a un grupo de amigos (digo "supuestamente" porque espero que no haya sido tan inconsciente de decirlo de verdad) ha desatado todo tipo de reacciones.
Pero sea cual sea la opinión de cada uno, ya que a lo mejor hay gente que apoya su afirmación (muchos comentarios del tipo "pues si tanto se parece a Kurt, a ver si se suicida pronto", palabras muy duras para un niño que no sabe lo que dice), está claro que Bieber no puede compararse a Cobain ni en la marca de zapatillas. Para muestra un botón: en los pasados MTV Video Music Awards 2010, Justin Bieber hizo playback para cantar su canción "Baby". Su excusa: le está cambiando la voz y no llega a algunos de los registros de la canción. Un ejemplo de que Justin es un artista a medio construir que si modera un poco sus comentarios y deja de crearse enemigos, podría llegar a ser aceptado algún día por los círculos músicales que no se fijan sólo en el marketing y las caras bonitas y busca la música como objetivo a la hora de escuchar un cantante. Eso lo podrá conseguir moderando sus chiquilladas y si su voz no cambia hasta el extremo de ser totalmente ronca. Aunque a lo mejor tiene suerte y su voz termina pareciéndose a la de Kurt Cobain y puede devolvernos a la era dorada del grunge.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Benvolguts piquets "informatius"...

Posted by at 12:47
Estoy en mi casa por culpa de la huelga. Preferiría estar en clase, y no es broma. Pero por "miedo" a los piquetes paso de ir. Más que miedo, es un "ir pa'ná es tontería", y como sé que iba a ser algo así, prefiero levantarme tarde y mañana más.
Me hace gracia la denominación de "piquetes informativos". ¿De qué informan? ¿De que hay huelga? Perdón, pero me enteré hace tres meses. ¡¡¡TRES MESES!!! ¿Se puede saber en qué **** pensaban los sindicatos? Sí, esos que dicen defender nuestros derechos, que nos llaman a la huelga porque "la reforma laboral nos afecta a todos". Una huelga general para protestar contra una reforma YA APROBADA (manda co*ones) que difícilmente va a retirarse.
Yo no estoy en contra de la huelga, ni mucho menos. De hecho, la reforma laboral me parece una chusta. Poco eficaz, vamos. Y que no nos va a sacar de la crisis. Ni creará empleo (aunque con que no lo destruya me conformo). Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con las críticas del PP a la reforma, aunque ofrezcan pocas soluciones que encima son rechazadas. Estoy a favor de esta huelga HACE TRES MESES. Me da la impresión que los sindicatos se han bajado los pantalones ante un "amigismo" o interés para con el Gobierno. O les cerraban el grifo, o querían darse un baño de masas.
Tan poco útil veo la huelga de hoy como los piquetes "informativos" (siempre entre comillas), ya que de informativos tienen poco. La huelga es un derecho constitucional individual, y como derecho puede ser ejercido o no libremente. Al igual que un empresario no puede despedirte alegando que no has ido a trabajar un día de huelga, porque ésta es un derecho, un piquete no puede obligarte a no trabajar un día de huelga, porque el trabajo también es un derecho. Los piquetes hoy en día sólo coaccionan al trabajador que quiere ir a trabajar, al pequeño empresario que quiere abrir su pequeño negocio (ya he visto imágenes de piquetes a la puerta de un kiosco impidiendo que su dueño lo abriera), negándoles su derecho al trabajo. No informan, ya que la gente no tiene que ser informada porque lo está a través de los medios de comunicación, coaccionan y obligan a seguir una huelga que, o bien no apoyan, o bien no pueden permitirse el lujo de seguir, porque seguir este día de huelga supone al trabajador la pérdida del salario del día, lo correspondiente en vacaciones y complementos, lo que supone 80-100€ que puede suponer dificultades para llegar a fin de mes.
Pero no pasa nada, porque los piquetes y los sindicatos lo hacen porque abogan por nuestros derechos y libertades... cuando todos sabemos que, en el fondo (y también en la superficie), la mayoría de los sindicatos son unos vendidos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

La buena educación

Posted by at 15:54
Ayer leí en ADV que Belén Esteban había dicho en Sálvame que la educación de este país no es tan mala, poniéndose ella como ejemplo. No sé si de buena educación o de amplia cultura, el caso es que me gustaría saber dónde estudió... para evitarlo a toda costa.
Decir que la educación de aquí es buena es como decir que la economía va sobre ruedas. Venga ya! Pero si los niños birrepiten sexto de primaria y ni siquiera terminan la ESO porque se les acaban las convocatorias.
Será que es muy difícil... pero es evidente que el nivel es cada vez menor. Eso por no hablar de ese tipo de educación que debería venir de casa. El respeto. Que está muy bien ser colega del profe, pero hay que saber dónde está el límite. Y lo que no se puede hacer.
El límite es difuso, y los padres no lo aclaran, sino que lo borran del todo sobreprotegiendo a sus pequeños angelitos (que se convierten en demonios en cuanto giran la cabeza)
Sí, la educación de este país va de puta madre.



Paz en El Caos!
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jueves, 23 de septiembre de 2010

Está de moda

Posted by at 12:59
Resulta que estoy de moda. Sí, sí, no me estoy echando un farol. Estoy de moda. Lo dice Chanel.

Y es que su nueva musa tiene... ojos marrones? Pelo rojo y corto? No! Tiene los dientes separados. Así es, eso por lo que me querían poner brackets, aparato que tendría que llevar 5 años y que me iba a costar una pequeña fortuna. Y yo pensándomelo. Pero si fui una visionaria!

Eso que me querían corregir ahora está en la onda, y famosos como David Delfín se mueren por unos dientes cono los míos, y se gastan pequeñas fortunas en "copiarlos" mediante aparatos separadores.

Se mueren por tener aquello por lo que me machacaron en mi más tierna infancia y que me tuvo acomplejada hasta que llegó el momento en que me di cuenta de que mi sonrisa no era fea, era... personal. Y eso que era personal y me hacía única es copiado por la gente ahora. Ya no es especial.

Creo que me voy a poner aparato para juntar mis dientes... sólo por llevar la contra.



Paz en El Caos!
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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Objetivos milenarios

Posted by at 23:37
Cinco años. Es el límite para conseguir los famosos Objetivos de Desarrollo del Milenio. El Secretario General de las Naciones Unidas afirma que es posible. Pero, objetivamente, es obvio que, aunque se ha recorrido parte del camino, no pueden pretender hacer en cinco años lo que no han hecho en diez.

Empezando por el primer objetivo de acabar con la pobreza y el hambre, estamos dando pasos hacia atrás. Gracias a la crisis (o debería decir desgracias?) todos los países, para reducir presupuesto, minimizan la parte del presupuesto destinada a ayuda al desarrollo. Teniendo en cuenta que España era uno de los países más aventajados en ese aspecto (solidarios que somos), que no llegábamos al objetivo y que hemos reducido la ayuda para recortar el presupuesto... no sé qué pensar.

Además, gracias a, oh, sí, la crisis, el índice de pobreza ha aumentado. Es cierto que mucha de esa gente se metió en situaciones de difícil solución (no te compres un dinosaurio si no puedes mantenerlo), pero el tema no es la gente irreflexiva, sino la gente pobre. Cierto es que con una adecuada educación en la gestión de recursos, en el no-derroche, quizá nos hubiera ido mejor, pero eso no es lo que le interesa al modelo económico imperante, léase capitalismo o "compra, compra, COMPRA!!!"

De todas formas, no es lo único que impide llegar al objetivo. Se necesitan "puestos de trabajo con unas buenas condiciones y salario digno". Sí, existen, aunque nos quieran hacer creer que no. Y aunque no los encontremos. Son esas pequeñas especies en peligro de extinción que deberían estar más protegidas que esos linces a los que se refirió la Iglesia no hace mucho. Pero no lo están. Cómo va a conseguir un trabajador (digo eso por no decir esclavo) del un país subdesarrollado que se respeten sus derechos si no lo logramos en los países desarrollados? Claro, que a lo mejor sus sindicatos (¿?) son más efectivos que los nuestros.

Antes mencioné la educación. El saber es poder. Se pretende una educación básica para todo el mundo, sin distinción de sexo y accesible. Pero la realidad es que educar al pueblo es darle poder. Hay quien no quiere darle el poder al pueblo. La educación abre la mente hacia nuevas fronteras... que los líderes no quieren que se dislumbren. Por eso hacen todo lo posible para evitar que el pueblo llegue a la verdad, que descubra que hay lugares mejores, y sobre todo, que las mujeres descubran que hay lugares donde pueden casi llegar a ser tan válidas a los ojos del resto como los hombres.

Igualdad, otro de los objetivos. Dejando de lado que muchos hombres tienen miedo de ella, hay muchas culturas que no lo permiten. Pero mejor que se admita abiertamente que ser una sociedad hipócrita que dice que aboga por la igualdad pero que discrimina en el trabajo a la mujer. Aunque peor que eso es la discriminación positiva, aunque es otra historia.

En cuanto a la reducción de la mortalidad infantil y mejorar la salud de las madres, cómo hacerlo si los medios llegan a cuentagotas? El suministro de agua potable en ciertos lugares es inexistente, por lo que muchas enfermedades como el cólera son mortales, y uno de los puntos fuertes de la mejora de la salud materna son los métodos de control de la natalidad.

Métodos que incluyen el preservativo, que además previene el contagio del virus del SIDA, cuya reducción de contagios es otro de los objetivos. Pero no, no usemos el condón, porque es pecado mortal, es mejor contagiarse y morir para ir al cielo.

Dejémoslo y pasemos a otro punto, la sostenebilidad del medio ambiente. Y es que tras habernos cargado ya el equilibrio queremos arreglarlo... o queremos hacer como que lo arreglamos. Pero no, GAME OVER, lo que hemos hecho ya tiene poco arreglo.

Siempre nos queda aliarnos y compartir lo poco que queda... pero ni eso somos capaces de hacer.



Paz en El Caos!
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lunes, 20 de septiembre de 2010

Estereotípame

Posted by at 14:20
Clasificar, ese concepto tan necesario en la mente humana. Parece que si no logramos clasificar y etiquetar todo lo que vemos no podemos ser felices. Clasificar y etiquetar hace que el ser humano pueda acceder a los conocimientos de toda la humanidad más rápidamente, pero también hace que en ocasiones se ignoren conceptos y verdades como que todos nacemos bajo el mismo cielo, trayendo lo mismo a este mundo, que es nada, y que todos terminamos igual, devolviendo a la tierra lo que es suyo. Que se olvide esta realidad en ocasiones hace que se olvide también que cualquier forma de concebir el mundo es una más entre otras, y que una es tan válida como otra fuera de su contexto original. Que gente aún no lo reconozca demuestra falta de cultura y desconocimiento del mundo.

Puede ocurrir que al clasificar ciertas cuestiones inclasificables de por sí, en este afán de la humanidad por el orden, olvidemos ciertas propiedades esenciales del objeto a clasificar y se dé importancia a propiedades accidentales a las que, por ser más llamativas, se presta más atención.

Después de esto, estereotípame, pero no por lo primero que veas, sino por mi yo esencial.



Paz en El Caos!
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jueves, 16 de septiembre de 2010

La sorpresa (II)

Posted by at 17:04
Pese a todo, no se presentó a la hora acordada. Quizá no lo entendió bien... o se equivocó de sitio. Esperó y esperó mientras crecía su impaciencia. Un mensaje, dos llamadas. Se movió porque dulces cosquillas lamían su piel. Bichos de todas las clases intentaban lo que él no había conseguido. Cambió de lugar, junto a ella la impaciencia.
Al fin respondió a su llamada. No lo había entendido bien. Pero se negó a moverse del lugar del que estaba. Veinte metros más o menos, qué importaban? A lo lejos lo vió aparecer... y su ira se desvaneció.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

La sorpresa

Posted by at 9:14
Faltaban dos horas exactas para la puesta de sol. Ella esperaba sentada sobre aquel suelo que debería haber estado cubierto de hierba, pero que las huellas de cientos de historias habían borrado. Historias de sábados por la noche con copas en la mano e historias de viernes por la tarde llorando por platos rotos. Pero la historia que ella tenía enterrada en aquel lugar era una historia de domingo por la mañana a la espera del próximo autobús, cuando el amado encontró la alegría. Esa espera, llena de sueños, de lluvia, finalizó en el momento adecuado, con las palabras precisas, para que ella no pudiera olvidar jamás que aquel era el lugar elegido por él mismo para recibir aquello que tanto ansía.



Paz en El Caos!

martes, 14 de septiembre de 2010

Tema típico

Posted by at 12:03
Tengo que pedir perdón porque mi primera entrada hable de algo tan típico como los impulsos del "eros". Pero qué remedio, si lo que mueve nuestras vidas es el amor y la muerte. Demasiado optimista hoy para dejarme llevar por los impulsos del "thanatos", me tiraré por el instinto reproductivo, mucho más... alegre.

En el fondo no nos diferenciamos tanto de los animales no racionales. Nuestro objetivo: el de las mujeres, seleccionar los mejores genes; el de los hombres, demostrar que los tienen. Por suerte para muchos hombres, para nosotros, seres racionales, el factor social cuenta. "Zoon politikon", animal social.
Pero en el fondo, al igual que pasa en el resto de cortejos del mundo animal, el proceso de conseguir a alguien (ya sea por mero "hecho reproductivo", aka "sexo", o para compartir la vida como una pareja de loros) se asemeja a un baile.
Me explico. En un baile (de parejas, se entiende; de "bailar solos" ya hablaremos en otra ocasión), no pueden darse ni pasos largos ni pasos cortos con respecto a tu pareja. Un paso largo equivale a un pisotón... nada recomendable a la hora de bailar. Un pisotón equivale en el cortejo a ir demasiado deprisa. La otra persona se agobia = malo. En cambio, un paso corto equivale a un posible pisotón por parte de la otra persona. Lo que se traduce en el cortejo como ir demasiado despacio. La otra persona piensa que no te interesa = malo.
Aunque menos malo. Si estamos hablando del cortejo hacia una hembra, claro, pues posiblemente con el cortejo hacia un macho, sería interesante un ligero pisotón.
Otra cosa es que, igual que hay distintos tipos de baile, hay distintos tipos de cortejo. No es lo mismo bailar un vals que ska, lo mismo que no es igual entrarle a un tipo de persona que a otra. Y eso no se aprende en los libros, y a bailar tampoco.

Se aprende con práctica.



Paz en El Caos!
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lunes, 13 de septiembre de 2010

Estrenando

Posted by at 21:06
Hoy abro este blog... donde no tengo muy claro qué pondré. Es una idea peregrina que ronda mi cabeza desde hace demasiado tiempo. Teniendo en cuenta mi capacidad de organización (nula) y mi virtud/defecto de mezclar temas, un día podré poner mi opinión sobre una canción y otro día contar que mi  mañana ha sido una mierda.

Me presento. Soy estudiante de Periodismo desde este año, tengo 18 años y mi pasión es la música, por lo que muchos de mis post tratarán de ella. Como universitaria, en épocas de exámenes no tendré otro tema de posteo. Y como mente inquieta y inspirada, en ocasiones os regalaré relatos, poesías y pequeños ensayos sobre lo que ocurre a mi alrededor.

Espero que disfrutéis tanto leyéndome como yo escribiendo.

Bienvenidos.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Sobre mí

Posted by at 12:56
Nací en algún momento de las olimpiadas de Barcelona'92, crecí un poco - no demasiado, qué le vamos a hacer - y, algún día, con un poco de suerte, me reproduciré, siempre y cuando mi trabajo (o más bien el sueldo que cobre por él), esta eterna crisis y mi cuerpo lo permitan. Entre tanto, me formo, o eso dicen, en una de tantas universidades públicas españolas (concretamente, en la que Camps se doctoró con sobresaliente cum laude), con un plan de estudios que calificaría de deficiente, pero por el que, eso sí, terminaré sabiendo llevar mi propia empresa que montaré con el oro de los duendes. O no. La cosa ha mejorado con el tiempo, podemos salvar un 20%... Aunque he tenido tan poco tiempo que tampoco es que pudiera plantearme cómo de mal está la carrera. Esto se acaba, y aún no tengo claro si sirve de algo lo que estoy haciendo.

Dicen que cuando salga de la universidad me darán un papelito que será mi licencia de manipuladora de la realidad, así que tened en cuenta que de momento soy ilegal en esto (e hija de un contrabandista y una prostituta, según dicen) y en cualquier momento me pueden detener - una de tantísimas razones por las que este blog podría parar. Otras pueden ser: ser secuestrada por la cúpula de Anonymous, ser asesinada por mis actividades ilícitas y que tiren mi cuerpo al mar, ser golpeada en la cabeza por un amable mosso d'esquadra que intenta limpiar mi casa, ser mi barrio recalificado para la construcción de un campo de golf y que tenga que mudarme a un lugar sin internet, que la Sinde, el Wert u otros especímenes similares vean el blog y lo cierren por los enlaces a Grooveshark y Spotify, hacer un chiste sobre gays o mujeres y que la Pajín me cierre el chiringuito (o quizá que los del PP me conviertan en líder de opinión), que se celebre una acampada en mi teclado protestando contra mis malos escritos, que Sergio Ramos coja el servidor mundial de internet, se le caiga y lo atropelle (o le dé una patada que lo envíe a la Luna, o que lo intoxique con sushi... Sergio Ramos es la razón más probable de que este blog termine), que venga Moody's a recalificar mi deuda y dispare mi prima de riesgo, que entrar al blog provoque brotes de E. coli (no tengo pepinos, pero nunca se sabe...), que venga el Papa y tenga que empeñar el blog por su visita, que le bajen más el sueldo a mis padres (pobres funcionarios) y me tenga que prostituir, que los gemelos Winklevoss, ahora que han perdido Facebook del todo, vengan a por mi bitácora, que los policías hagan una acampada en mi blog, o que impidan la libre circulación por él, que me despida sin indemnización de redactora de mi propio blog, que este espacio sea quemado por los indignados griegos (sin duda, con toda la razón del mundo), que Urmangarín... digo, Urdangarín, se pase a hacer un estudio para montar un congreso de deporte en un blog misceláneico, que me regalen unos trajes, que tenga que escribir a través de un plasma sin 3D, que no me quiera contestar a mis propias preguntas, que me imponga un corralito de letras, que modulen el acceso al blog, que de tanta neolengua ya no sepa ni escribir, que lancen mi blog... a la basura, que tenga que hacerme un ERE porque no puedo pagarme, que me privaticen (a mí o al blog), que le den los Juegos Bloggeros a Tokio y no me pueda pagar el viaje, que me tome a relaxing cup of café con leche in the Plaza Mayor y esté tan relaxing que no quiera volver a escribir, que reclamen el derecho a la vida de todos aquellos a los que mato en mis historias, que suba tanto la luz que no pueda ni mantener enchufado el router, que rodee mi propio blog y me pongan una multa de 600.000 euros, que Esperanza Aguirre me atropelle mientras huye por la Gran Vía, que el ex-presidente del blog (¿eso ha existido?) contrate unos sicarios para secuestrarme... (continuará? O fin de la cita?)

Por suerte, cuando tenga mi carnet de manipuladora de la realidad y sea legal, muchos de esos problemas desaparecerán o, al menos, podré denunciarlos, posiblemente desde la empresa más grande de España, el INEM. O desde mi puesto de recolectora de patatas. Entre tanta gente no creo que me hagan mucho caso, pero ese carnet de cruce de entre prostituta y contrabandista me dará un poder parecido al que tiene un ojo tuerto sobre la movilidad de un paralítico. Hasta el momento, me dedico a escribir para otros y a cuidar a mi pequeño rebaño de ovejas digitales.

Dejando el plano profesional, y pasando con tacones de aguja con mucha fuerza sobre la cara de Belén Esteban, el intrusismo y la equiparación de los tertulianos a los periodistas, he de decir que Matt Bellamy es mi dios, y Dom y Chris sus profetas. Tom, su profeta apócrifo. Los seguiría allá donde van, pero ni mi sueldo ni mi paga de hija de funcionarios no me lo permiten, así que me consuelo masturbándome - metafóricamente -  con mi guitarra intentando emular a Matt, o simplemente escuchando sus discos e intentando cantar (suerte que jamás me escucharéis) como Matt. La zorra de la Hudson me lo ha robado, porque yo quería que me cantara al oído Bliss cada mañana. Pero sólo cantarme, de verdad, para lo demás os lo regalo.

Para compensar mi sed de sangre y sustituirla por algo positivo, me apunté a una extraña secta hace unos años. Dicen que ayudamos a la gente, pero creo que en realidad es un complot para dominar el mundo a base de sacar sonrisas a aquellos que no siempre la tienen. El caso es que he encontrado especímenes interesantes que no me canso de estudiar. De momento, tengo infiltrados allí que me da todos los movimientos de estos seres y parece que no van de mala fe.

Por si no os habéis dado cuenta todavía, escribo mucho. Pero no es nada comparado con lo que hablo. Mi madre dejó de escucharme cuando tenía dos años y creo que no me ha escuchado desde entonces. Dice que soy muy pesada. Así que decidí hace un tiempo dejar de decir tonterías para mí sola y decírselas a todo el mundo. Me plantaron un micro delante de la cara y, después de mordisquearlo un poco, descubrí que la gente me escuchaba. Y lo de callarse se acabó para siempre. No han dejado de arrepentirse desde entonces. Demasiado tarde.

Más o menos, esta es mi vida, sazonada con música, gente extraña (¿o quizás la extraña soy yo?), libros, paranoias y caos. Mucho caos.

Si quieres decirme algo, sé contestatario y escríbeme.

Aquí estoy, en el Congreso de los Imputados. Ay, las sillas de poder, qué cómodas son.



(Última actualización: abril 2014)
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